La reunión de los Presidentes López Obrador y Joe Biden del día de hoy, deja claro que a pesar de la ausencia del Presidente Mexicano de la Cumbre de Los Ángeles del mes pasado, México y los Estados Unidos sostienen una buena relación que por ser única y singular se cuece aparte, en virtud de la creciente integración de la región de Norteamérica en todos los órdenes de la vida social, económica y política.
Lo anterior habla bien de López Obrador que frente a los dos presidentes norteamericanos radicalmente opuestos entre sí que le han tocado y en condiciones mundiales críticas, se ha situado en un justo medio entre los extremos de la ruptura a la que apuestan sus enemigos, o servir de tapete a la política de los EU, como ocurre con los gobiernos de la Unión Europea. La base de la agenda es el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN), en cuyo más reciente encuentro hace diez meses, representaron a México el Canciller Marcelo Ebrard y la Secretaria de Economía Tatiana Clouthier.
El propósito esencial en materia económica es enfrentar la inflación mundial que amenaza a los dos países, y en virtud de que el DEAN es el enlace entre el tema migratorio y el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC),llegó el momento de colmar el vacío generado por la exclusión del trabajo humano de la regulación del T-MEC. El Presidente Mexicano pide “audacia” a su homólogo para que lance una gran reforma migratoria que no solo legalice la situación de los mexicanos que en la actualidad trabajan en los EU, sino que abra la oferta de visas de trabajo como medida para aumentar la producción y frenar el alza de los precios en ambos países, cuyas economías están unidas por multitud de vasos comunicantes (1).
En ese mismo orden de ideas, López Obrador se asoma por la ventana del Hotel Lombardy en Washington, para saludar a un grupo nutrido de inmigrantes, a los que el Presidente les da un reconocimiento cuando les dice: “por su trabajo en los EU y el envío de remesas de dinero a sus familias en México, nuestra economía se está levantando…”. Esta forma en la que AMLO hace visible y empodera a la comunidad mexicana que trabaja en EU, puede ser un bono electoral para Biden en los comicios de noviembre, y un revés en la cara del gobernador de Texas y algunos legisladores republicanos que han radicalizado el discurso antiinmigrante.
Otro tema esencial es el de la inseguridad, en el que debemos pasar de los reproches mutuos a reconocer que el problema seguirá sin resolver, hasta que las bandas criminales en México dejen de obtener armas fabricadas en EU, y los gobiernos y sociedades de los dos países desactiven la contracultura mediática de apología del narco y el consumo de drogas. Entre la inflación y los debates en materias migratoria, control de armas y aborto, la Administración Biden enfrenta suficientes conflictos como para tensar sus relaciones con México, cuando ambos países trabajan en un plan conjunto de inversión y empleo en Centroamérica y el Sureste de México, para arraigar a las personas en su suelo patrio.
Todos los países desarrollan su política exterior en tres vertientes: vecinal, regional y mundial y México no es la excepción; por ello el Gobierno de México mantiene un Circo de Tres Pistas; la primera centrada en los Estados Unidos, la segunda dirigida a Iberoamérica y el Caribe y la tercera frente al resto del mundo. A nivel internacional se cultivan relaciones bilaterales y coexisten organismos regionales y mundiales. Son tres escenarios distintos que deben ser atendidos con criterios universales de diplomacia y derecho internacional, aplicados a cada caso concreto.
Por lo anterior no debe extrañar que México fortalezca su integración en Norteamérica, y al mismo tiempo tenga su postura propia frente a los gobiernos y países de Hispanoamérica en su diversidad, o mantenga una posición contraria a las sanciones bumerang impuestas a Rusia por la invasión a Ucrania, e insista en una paz negociada como lo hizo el Canciller Ebrard la semana pasada, en la cumbe de los Veinte Países Industrializados G20 celebrada en Bali.
Mas allá de la foto, del apretón de manos y del entorno electoral en que está inmersa, la reunión bilateral de México y Estados Unidos del día de hoy es importante, porque ofrece la oportunidad de evaluar resultados, y renovar el contacto entre los Presidentes de ambos países (2).
(1)
Noticia del periódico El País, sobre el encuentro de los Presidentes de México y Estados Unidos.
(2)
Si desea mas información sobre la relación entre México y los Estado Unidos durante el gobierno de López Obrador, consultar en este mismo Blog los artículos Desafío México EEUU, Países Mexicanos y México en la Cumbre.
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