Los bombardeos de los Estados Unidos y sus aliados en territorio de Yemen, y la demanda de Sudáfrica a Israel ante la Corte Internacional de La Haya, por violación al estatuto sobre Genocidio firmado por los países de la ONU en 1948, son consecuencia de la invasión de Israel a territorio Palestino que amenaza a la paz mundial.
El añejo conflicto entre Israel y Palestina escaló a su nivel actual, a raiz de la incursión del Grupo terrorista Hamás a territorio Israelí ocurrida hace tres meses, con saldo de 600 muertos y el secuestro de un centenar de rehenes (1) . Esgrimiendo el derecho a la legítima defensa Israel emprendió una guerra punitiva invadiendo la Franja de Gaza, desplazando a 2 millones de palestinos y causando hasta el momento 24,000 víctimas mortales en gran mayoría civiles, de los cuales al menos la mitad de ese número son niñas y niños.
Para entender la estrategia del grupo terrorista, considerando que la reacción desmedida de Israel era previsible, es claro que el golpe de Hamás tuvo como objetivo geopolítico el sabotear los avances de las relaciones diplomáticas del Estado Judío, que desde 2020 a la fecha ha fortalecido sus lazos con algunos de los países del Medio Oriente. A esa luz podemos concluir que Hamás ha logrado su objetivo, puesto que la feroz reacción de Israel en contra del Pueblo Palestino, no solo ha profundizado las diferencias entre los países de la región, sino que ha dividido al mundo en dos bandos, cuya confrontación creciente plantea el riesgo de una guerra mundial (2).
Muestra de lo anterior es el caso de Catar, país pequeño en dimensión territorial pero rico en petróleo, que al inicio del conflicto actuó como intermediario entre las partes, logrando la liberación de algunos de los rehenes secuestrados por Hamás. Sin embargo, ante la reacción desmedida de Israel que se ha ensañado con la población civil Palestina, el Emir de Catar Tamin bin Hamad al Thanid, desde el foro de la alianza política y económica del Consejo de Cooperación del Golfo (de Catar), sin abandonar su posición mediadora, convoca a la Comunidad Internacional a detener lo que denomina: “crímenes de Israel en la Franja de Gaza…”
Una reciente novedad atañe a los bombardeos de Estados Unidos e Inglaterra sobre el territorio de Yemen, con apoyo de Holanda y otros países, bajo el argumento de que en el suelo de dicho país se ocultan terroristas Hutíes señalados como responsables de los recientes ataques piratas en el Mar Rojo, en contra de barcos mercantes que tienen como destino Israel. Aún en el caso de que tal hecho sea cierto, las potencias occidentales estarían en su derecho de custodiar las embarcaciones que naveguen con su bandera y de repeler los ataques piratas en aguas internacionales, pero nada justifica el bombardeo sobre el territorio y los habitantes de un país soberano.
En respuesta a los llamados para detener la ofensiva Israelí, Sudáfrica demanda a Israel ante la Corte Internacional de la Haya, acusando al Estado Judío de cometer un genocidio en contra del Pueblo Palestino (3). La demanda de Sudáfrica no sorprende ni extraña, corresponde a un reclamo solidario de un país que durante siglos sufrió en carne propia la explotación sistemática e infamante de su población originaria de raza negra y el saqueo rapaz de sus recursos naturales por parte de Ingleses y Holandeses que se enriquecieron con el tráfico de diamantes, con la complicidad de las redes comerciales judías de Roterdam, Londres y Nueva York.
(1) Si deseas más información sobre este tema, te ofrezco mi artículo Aventura Sangrienta, en este mismo Blog Archivo Adjunto.
gracias por tus artículos. los disfruto.