La gira de López Obrador a Nuevo León y la Comarca Lagunera de Coahuila y Durango la semana pasada, permite medir el nivel de compromiso que tenga el Presidente en cuanto al aprovechamiento del agua como recurso público vital, así como frente al reto ecológico, la debilidad institucional de CONAGUA y el déficit de infraestructura física que existe al respecto.
El Presidente visita la Comarca Lagunera y en Ciudad Lerdo, Durango, informa sobre los avances del proyecto Agua Saludable para la Laguna, en el sitio en el que se construye la planta derivadora de agua del Río Nazas. El proyecto con un costo de once mil millones de pesos, tiene por objeto conducir y potabilizar el agua del Nazas para consumo humano, poniendo fin a la alta concentración de arsénico en el líquido vital, que desde hace cuarenta años amenaza la salud de un millón y medio de habitantes de la zona urbana de la Laguna.
El problema hídrico en la región lagunera tiene su origen en la sobre explotación del acuífero al producir forrajes para la cuenca lechera más importante del país, en la que existe una mala gestión histórica porque la Comisión Nacional del Agua ha sido utilizada como ventanilla dispensadora de privilegios a discreción, en favor de intereses políticos y económicos particulares. Desmantelar esa red de corrupción es asignatura pendiente para este gobierno y los que sigan, es una responsabilidad para los productores agropecuarios de la región que han llevado la industria lechera a nivel nacional e internacional, y constituye un reto para la sociedad comarcana en su conjunto.
En el caso de Nuevo León la escasez de agua deriva del crecimiento desmedido del área metropolitana de Monterrey, que en forma exponencial demanda agua para consumo humano e industrial, generando una crisis de escasez que el verano pasado ocasionó que los regiomontanos salieran a protestar a las calles (1). El anuncio reciente según el cual la fábrica de automóviles eléctricos Tesla instalará una planta en Santa Catarina, Nuevo León, superó un tóxico debate público sobre la escasez de agua, y ofreció evidencia de una buena relación entre los gobiernos Federal y Estatal.
En el discurso de elogios mutuos el gobernador Samuel García, reconoce que López Obrador ha brindado apoyo a Nuevo León, “en una alineación de planetas… no vista en décadas…”, y remata con un final meloso cuando dice al Presidente: “Andrés Manuel, Tesla-bañaste con tanto apoyo…” (2). Con la instalación de Tesla, el Gobierno Federal revela tanto su capacidad para atraer inversión extranjera, como su apoyo al consumo de energías limpias, así como la previsión para dotar de agua a la nueva planta; el régimen en turno también acredita que la justa defensa de nuestros intereses nacionales es compatible con la ruta hacia la globalización y echa por tierra el mito de la supuesta vuelta al pasado que domina el discurso de la oposición.
En contraste con lo ocurrido en Nuevo León, en la visita del Presidente a la Comarca Lagunera los gobernadores prianistas Miguel Riquelme y Esteban Villegas, aparecen con su peor cara en la foto. Asfixiados en deuda pública y bajo toneladas de corrupción, los mandatarios de Coahuila y Durango han politizado su mezquina resistencia al proyecto Agua Saludable para la Laguna, intentando generar un falso conflicto entre los productores lecheros y el Gobierno Federal, alentando las objeciones de grupos dizque ambientalistas y azuzando a grupos de campesinos para que se opongan a la instalación de la planta tratadora que forma parte de la obra, en terrenos ejidales.
(1) Si deseas mas información sobre la escasez de agua y la instalación de Tesla en Nuevo León, te propongo mi artículo Tesla en México, en este mismo Blog Archivo Adjunto.
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