La persecución contra Javier Corral es una venganza de la gobernadora panista de Chihuahua María Eugenia Campos y el ex mandatario priísta César Duarte, con lo que Corral está pagado un alto precio por haber sido el Gobernador que con mayor ahínco ha enfrentado la corrupción en nuestro país.
A su llegada a la gubernatura de Chihuahua Javier Corral (2016-2021) emprendió una batalla legal para recuperar los bienes públicos robados durante el gobierno de César Duarte (2010-2016) y castigar a los culpables. En las investigaciones apareció una nómina secreta del gobierno de Duarte en la que estaban Maru Campos y otros diputados panistas que resultaron ser cómplices de Duarte, quién se apoderó de la cúpula estatal del PAN y en 2021, impulsó a Campos como candidata a gobernadora.
Entre los hallazgos de la fiscalía en tiempos de Corral, se detectó un desfalco de 1,200 millones de pesos hacia el bolsillo de Duarte, que incluye 50 ranchos y hasta un Banco, además de la Operación Safiro, que fue una red que desvió recursos hacia las arcas del PRI nacional. El gobierno de Peña Nieto asumió la defensa de Duarte; la Suprema Corte dinamitó el proceso con una sentencia absurda de octubre de 2023, que niega legitimidad persecutoria al Estado al negar su carácter de víctima, alegando que si bien los recursos robados salieron del erario de Chihuahua, en su origen fueron federales.
Pese a lo anterior la Fiscalía de Chihuahua acreditó la responsabilidad de César Duarte, y obtuvo veintiún órdenes de aprehensión en diversos expedientes; Duarte huyó a los Estados Unidos de donde fue extraditado en este sexenio. La resolución de la Corte y la gestión de la gobernadora Campos, están desmantelando las acusaciones en contra de Duarte, a quién se le han devuelto diez inmuebles incautados y el pasado 6 de junio salió de prisión para gozar de libertad durante los procesos en su contra que aún están pendientes, de los cuales planea salir triunfante e impune.
No paró ahí la Maru Campos. Su gobierno libra una guerra de odio contra Javier Corral, por haber desafiado a la partidocracia que a pesar de haber colapsado en 2018, sobrevive en Chihuahua en su peor versión: la alianza PRIAN. Así las cosas, el 21 de noviembre de 2022 el gobierno de Campos encarceló al ex fiscal que en tiempos de Corral imputó al ex gobernador Duarte y a la actual gobernadora como cómplices de peculado y el 19 de febrero de 2023, canceló en la capital del Estado una librería propiedad de Corral, con el pretexto de que el negocio carecía de licencia de funcionamiento.
Hoy día Javier Corral enfrenta una ofensiva judicial y una campaña mediática que ponen en los platos de una misma balanza el inmenso saqueo de Duarte y acusaciones vanas contra Corral, quién adquirió 14 inmuebles por 19 millones de pesos entre 1987 y 2014, antes de ser gobernador. La campaña contra Corral reconoce que algunas de las propiedades iniciales fueron vendidas para comprar otras, y para dar sentido a la acusación, los encabezados de prensa sin sustento en el contenido de la propia nota, manipulan diciendo que Corral compró los inmuebles desde 1987 hasta 2018 cuando ya era gobernador y actualizan su valor a discreción (1).
Una vez más los medios de prensa y el PRIAN, piensan que los mexicanos somos idiotas (2).
(1) Noticia de El Siglo de Torreón sobre las propiedades de Javier Corral.
(2) Si deseas más información sobre este tema, te ofrezco mis artículos Javier Corral, Impunidad en Marcha y Corrupción Desafiante, en este mismo Blog Archivo Adjunto.
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