El conflicto institucional derivado de la oposición a la propuesta de López Obrador, de votar una Reforma Constitucional para prorrogar el apoyo del Ejército en tareas de Seguridad Pública, de 2024 hasta 2028, ha generado un debate en el que es importante analizar la postura del Secretario de la Defensa Nacional, como portavoz de los integrantes de las fuerzas armadas.
El General Cresencio Sandoval González fija su postura en un discurso que pronunció el 13 de septiembre pasado, durante el homenaje a los Niños Héroes, que ofrendaron sus vidas en la batalla del Castillo de Chapultepec en 1847, enfrentando a la invasión norteamericana (1). En su mensaje el General enaltece el sacrificio de los entonces Cadetes del Colegio Militar, y refiere al heroísmo como fruto de la vocación de servicio de los adolescentes inmolados, y de la formación que recibieron en los valores de entrega y servicio por sus semejantes.
El Secretario de la Defensa pone a disposición de los jóvenes mexicanos de hoy día la formación que brinda el Ejército en sus instituciones educativas y universitarias, y sabedor de que la oferta será aprovechada solo por una minoría que aliente la vocación militar, expresa su deseo de que la difusión de los valores cívicos de amor a la patria y servicio a los demás, trascienda a los otros sistemas educativos del país. El General señala como reto esencial de nuestra época el consumo de drogas que esclaviza y mata a nuestra juventud y en cambio, la alternativa de heroísmo y entrega que ofrece la milicia, va en busca del sentido de la vida y evita caer en el vacío existencial, origen último de las adicciones.
El General tiene razón cuando denuncia al narcotráfico como un fenómeno global que penetra desde fuera de nuestras fronteras hasta las fibras íntimas de nuestra sociedad, lo que quiere decir que lo percibe como un riesgo a la Seguridad Nacional, que como tal cae dentro de la competencia del Fuero Militar. Sandoval González refiere al divisionismo de los mexicanos como factor principal de nuestra debilidad frente a las invasiones extranjeras de otros tiempos y lamenta que hoy día, en el debate sobre la participación de las Fuerzas Armadas en las tareas de Seguridad Pública frente al narcotráfico mundial y su versión nacional, exista una campaña de propaganda que predispone a los ciudadanos en contra del Ejército.
En el debate hay quienes consideran fuera de lugar las palabras del General sin embargo, la división social enconada existe y la campaña en contra de que el Ejército participe es una realidad y por ello, con todo derecho y don de oportunidad, el Secretario de la Defensa fija una posición institucional y tiende la mano. Sandoval ha vivido a plenitud su vocación, entró a los 15 años al Colegio Militar y después de 42 años en 2017, llegó a General de División. Con apoyo en un sólido bagaje académico hizo su carrera desde abajo; fue comandante de unidad en todas las armas, desempeñó labores diplomáticas como agregado militar en diversas embajadas incluida la de Washington y fue condecorado por los gobiernos de Estados Unidos y de Francia.
Hoy día el Ejército Mexicano enfrenta un gran reto; la reapertura del caso Ayotzinapa es una sacudida al sistema que pone al Gobierno actual en la disyuntiva de llevar a juicio a militares presuntos implicados, o repetir el disimulo de antaño. El caso es que en los últimos ochenta años el Ejército ha estado bajo el mando de gobiernos civiles, sus aciertos y errores son consecuencia directa de la lealtad a su Jefe Supremo, el Presidente de la República en cada sexenio, lo que indica que existe una relación esencial y una responsabilidad compartida entre ambos factores, civil y militar, por lo que la Reforma Constitucional en debate debe abordarse con criterios prácticos y operativos y dejando de lado la histeria y el encono.
General Cresencio Sandoval González, Secretario de la Defensa Nacional. Perfil.
Si deseas más información sobre el tema, consulta mi artículo: “Guardia Nacional”, en este mismo Blog Archivo Adjunto.
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