La reunión del viernes pasado entre el Presidente de México López Obrador y John Kerry, enviado especial de los Estados Unidos en materia ambiental, revela avances que fortalecen la integración económica de ambos países, y permite que México llegue con un plan sólido para mejorar el medio ambiente a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2022, que inicia el próximo domingo en Egipto.
Los resultados de la reunión celebrada en la ciudad de Hermosillo (1), dejan de lado los reclamos que en el marco del Tratado México, Estados Unidos y Canadá T-MEC, plantean empresas de los EU que se dicen afectadas por desventaja competitiva frente a la Comisión Federal de Electricidad, en virtud de los recientes cambios a nuestra Ley de Energía. La reforma a la Ley limita la inversión privada en el sector energético a un cuarenta y seis por ciento del mercado nacional, lo que es un justo medio que mantiene el control por parte del Estado, entre los extremos de la cerrazón total que imperó por más de cincuenta años y la apertura absoluta en que cayó de bruces la reforma Peña Nieto de 2013.
En su comparecencia ante el Senado del 5 de octubre de 2022, el Secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard sostuvo que México no modificará la Ley de Energía vigente, y deja claro que la integración económica y la reafirmación de nuestra soberanía, constituyen dos vectores igualmente importantes de nuestra relación con los Estados Unidos (2). Para compensar el endurecimiento de su postura en el tema en cuestión, el Gobierno de México puso sobre la mesa la explotación conjunta del litio mexicano con los EU, lo que resulta una negociación conveniente, dado que nuestro país carece de la tecnología que se requiere para lograr por sí solo dicho objetivo.
El 27 de enero de 2022 es una fecha clave en esa ruta, porque ese día López Obrador denunció la entrega del litio a China por parte de la Comisión Federal de Competencia COFECE, a la que el Presidente acusó de ser un organismo neoliberal que con el pretexto de combatir los monopolios, ha entregado la riqueza nacional a empresas extranjeras, en condiciones contractuales leoninas en perjuicio de México (3). Para revertir la resolución de la COFECE, el Presidente envió al Congreso una iniciativa de Ley que el 3 de mayo de 2022 pone bajo control directo del Estado la explotación del litio, con el objeto de que el aprovechamiento del mineral impulse el desarrollo del país.
Ocho meses después el 27 de septiembre pasado, al concluir una reunión entre López Obrador y el Secretario de Estado Antony Blinken (4), ambos países anunciaron “acciones conjuntas” para la explotación del litio mexicano, lo que indica que la estrategia opera en beneficio mutuo. En la guerra económica mundial que sostienen las grandes potencias, Estados Unidos se libra de la competencia de China en territorio vecino y México fortalece su alianza con los EU en la fabricación de vehículos eléctricos, dado que el litio es elemento esencial de las baterías para esa clase de automóviles.
Los resultados de la reunión en Hermosillo entre López Obrador y John Kerry, muestran que el mandatario mexicano concilia la estrategia nacional en materia energética con la agenda global para enfrentar el cambio climático y va en busca de energías renovables, pero sin renunciar al aprovechamiento de combustibles fósiles de los que dispone nuestro país aquí y ahora, dejando atrás la sumisión que caracterizó a nuestra política binacional en el pasado. Pese a lo disparejo de la relación, el Gobierno de México aprovecha para lograr la mayor integración económica posible en un marco de coordinación y respeto recíproco, preservando nuestra independencia frente al poderoso vecino.
(4) Reunión de López Obrador y Antony Blinken, del 27 de septiembre de 2022.
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