La Reunión Cumbre de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) celebrada la semana pasada en Madrid, renovó el pacto de los países participantes tendiente a mantener la guerra en Europa, y aumentar el gasto en armas y dinero hasta extremos que amenazan al mundo entero. Por otra parte, resulta increíble que la Cumbre no haya hecho ni siquiera por asomo, esbozo de camino alguno para construir la paz por la vía diplomática y del Derecho Internacional.
La Cumbre allanó la ruta para incluir en la OTAN a Noruega y Finlandia, con lo que los aliados festinan haber puesto un cerco de mil trescientos kilómetros en las fronteras de Rusia y arrinconan a su adversario, a pesar de que la experiencia indica que esta misma estrategia provocadora, causó la invasión a Ucrania. Repasemos los antecedentes. En 1991 terminó la Guerra Fría y ese mismo año Rusia disolvió el Pacto de Varsovia, lo que abrió una puerta franca hacia la paz y en contrapartida, los Estados Unidos emprendieron guerras en el Golfo Pérsico (1991), en los Balcanes (1999), en Afganistán (2001) y en Irak (2003).
La OTAN creció de diez miembros originales a treinta en 2021, incluyendo catorce países que en la Guerra Fría estuvieron en la órbita soviética, lo que revela una política deliberada para aislar a Rusia, que acorralada decide que no tiene otra opción que invadir a Ucrania. China se rehúsa a tomar partido, y la OTAN aprovecha la Cumbre para dar al gigante asiático trato de enemigo frontal y mete a Rusia y a China en el mismo saco; Occidente abandona la vía multilateral de la globalización con el pretexto de “defender la democracia”, e impone con la amenaza de las armas un diseño bipolar del mundo a la medida de sus apetitos, al servicio de intereses económicos que despiden un tufo neo imperialista, que se percibe en el documento final del encuentro: “Concepto Estratégico” (1).
Ni los Estados Unidos ni Europa muestran intención de construir la paz, ni tienen una agenda en esa dirección; permanecen en el mismo plan que los hizo echar a la basura la oportunidad histórica de crear una zona neutral, libre de armas de largo alcance, en las fronteras culturales y políticas que existen entre los países del oriente y occidente del Continente Euroasiático. La Organización de las Naciones Unidas ONU sigue en la parálisis en la que ha estado en los últimos treinta años, convertida en un trasto no solo inútil, sino además contracultural y pernicioso. ¿Este fiasco es el Nuevo Orden Mundial?.
Dada la naturaleza de la Reunión Cumbre en comento, se esperaba un nivel de seriedad irreprochable y al contrario, resulta por lo menos impropio que en paralelo a la reunión de la Alianza Militar, se haya montado un evento turístico que ofrecieron la realeza del país anfitrión y las primeras damas de los Jefes de Estado, en el más puro estilo de las Revistas del Corazón. Este performance que es expresión de la Sociedad del Espectáculo de Vargas Llosa, establece un contraste ofensivo y brutal entre la muerte y el sufrimiento que causa la guerra, y el frívolo glamour de la Gala Turística, envuelta en la moda de alta costura y el menú gourmet (2).
Bien dice el poeta mexicano Antonio Plaza (1830-1882), lisiado de la Guerra de Reforma, en su rima La Voz del Inválido, cuando advierte: “…así es la guerra maldita, a unos les da oropeles y carruajes y corceles, y a otros las piernas les quita…”. Ante el cínico espectáculo de propaganda que la semana pasada ofreció al mundo la Cumbre de la OTAN, es pertinente evocar el discurso reciente de otro poeta Joan Manuel Serrat, que pronunció el 27 de mayo pasado al recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Costa Rica, en el que al referirse a su continente de origen, reprocha duramente pero con sobrada razón: “…Europa mezquina y desalmada, la orilla del Mediterráneo, otrora cuna del pensamiento y puente entre culturas…” (3).
Nota sobre la Cumbre, en la que China ve a la OTAN como amenaza.
(2) Revista HOLA! Notas sobre el Turismo de Guerra, paralelo a la Cumbre de la OTAN.
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