La Ley SB4 promulgada en el Estado de Texas el martes pasado, no solo plantea un reto a las relaciones México EEUU, sino que es uno de los temas esenciales en la batalla electoral que mantiene en vilo al sistema democrático en los Estados Unidos, en el que la comunidad mexicana en particular e hispana en general, serán un factor de influencia mucho mayor, a como hayan pesado en anteriores procesos electorales.
Estamos frente a una Ley inicua que permite a las corporaciones de seguridad del Estado de Texas exigir a cualquier persona, a partir de su apariencia racial, que acredite su legal instancia en aquel país y a deportarla con dispensa de trámite judicial en caso negativo. En otro sentido de afectación, la Ley SB4 castiga con pena de prisión la estancia irregular de los inmigrantes, lo que resulta violatorio de Derechos Humanos de acuerdo a parámetros reconocidos por la comunidad internacional y por último, autoriza la disposición de mil quinientos millones de dólares para la construcción del llamado muro fronterizo.
El debate se ha convertido en un arma arrojadiza en la carrera presidencial entre los partidos Demócrata y Republicano, cuya intensidad se ha potencializado con motivo de la definición de las candidaturas de Joe Biden y Donald Trump respectivamente. La iniciativa de esta Ley en el Senado de Texas data del 15 de noviembre de 2016 y desde su discusión generó controversia entre las autoridades de dicho Estado y el Gobierno de los EEUU, en virtud de que se le consideró invasiva de facultades que corresponden al nivel Federal de Gobierno.
Una vez promulgada la Ley el Departamento de Estado la impugnó ante la Suprema Corte de Justicia del vecino país, pidiendo la declaración de inconstitucionalidad de la misma, por estimar que las facultades para legislar en materia migratoria, son exclusivas del Congreso de los Estados Unidos. La semana pasada la Suprema Corte de los EEUU detuvo la aplicación de la Ley, mediante una orden de suspensión respecto de la cual las autoridades texanas han hecho caso omiso, haciendo valer interpretaciones a conveniencia del llamado Pacto Federal, lo que socava el cimiento del sistema político de los Estados Unidos.
El Gobierno de México reaccionó mediante un comunicado emitido por la Canciller Alicia Bárcena, que cuestiona la Ley SB4 porque contradice la trayectoria y esencia de las relaciones que existen entre ambos países, y advirtió al Gobierno de Texas que no recibirá a los migrantes que fueren deportados como consecuencia de la aplicación de la controvertida Ley. La Cancillería Mexicana recordó que en Texas existe una comunidad de origen mexicano legalmente establecida y económicamente productiva, a la que la Ley en comento expone a un ambiente hostil y prejuicioso por motivos de raza.
La visión del Gobernador Texano se opone a los principios que sostienen las relaciones de México y los Estados Unidos, basada en la cooperación mutua y en la solución del problema migratorio desde sus causas en los países de origen. En el espectáculo escandaloso en que se han convertido los procesos electorales en el mundo actual, el tema se ha tornado en caballo de batalla y serán los estadounidenses quienes al emitir su voto en noviembre próximo, impulsarán o rechazarán según el caso, las políticas públicas a seguir en materia migratoria (2).
(1) bbcNews Mundo. Noticia sobre la Ley SB4 promulgada en Texas.
(2) Si deseas mas información sobre el tema, te ofrezco mis artículos Acuerdos Migratorios, «Paises Mexicanos», en este mismo Blog Archivo Adjunto.
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