El reportaje del periódico The New York Times que acusa a López Obrador de tener nexos con el narcotráfico, en base a una supuesta investigación del gobierno de los EEUU, es parte de una estrategia golpista para reventar al actual proceso electoral.
Atento al dicho “el que calla otorga”, López Obrador se adelantó a la difusión del reportaje haciendo público en su Conferencia Mañanera, un correo de la corresponsal en México del periódico en cita, que pedía al Presidente que diera su propia versión. AMLO respondió de modo frontal negando la acusación, que no solo carece de pruebas que la demuestren, sino que ni siquiera se sustenta en fuentes identificables y al final del día, un comunicado de la Casa Blanca descubrió su falsedad, sin que ello restañe el daño causado, porque como reza el refrán: “Calumnia que algo queda” (1).
Lo sucedido corresponde al llamado que hizo Xóchitl Gálvez hace tres semanas en el Wilson Center de la ciudad de Nueva York, en donde convocó a organismos internacionales, activistas y fuerzas políticas extranjeras, a intervenir en el proceso de elección de Presidente y Congreso en la que México se encuentra inmerso, con el argumento de que el crimen organizado amenaza a la democracia mexicana. Al discurso de Gálvez siguió una campaña de prensa con datos filtrados de la Agencia de Control de Drogas de los Estados Unidos DEA, según la cual en la elección de 2006, López Obrador habría recibido dinero del narco, lo cual fue negado por el embajador de los EEUU en México.
Pese a tal desmentido, a renglón seguido se desató una campaña en redes sociales operada mediante robots, a través de la cual se han publicado millones de mensajes que acusan al Presidente de México y a la candidata de MORENA, de tener vínculos con el narcotráfico. Ante esta nueva acometida el embajador Ken Salazar insistió el día de ayer desde Morelia, en que la acusación es falsa e hizo un reconocimiento que hace justicia al gobierno de López Obrador, al declarar: “en materia de seguridad no se había trabajado tanto de la mano con el Gobierno de México… como se realiza ahora…” (2).
El reportaje de The New York Times y toda esta ofensiva mediática y en redes en tiempos electorales, revelan una estrategia para reventar los comicios, o al menos minar la fuerza de MORENA y de su candidata Claudia Sheinbaum, en obvio beneficio del Frente Opositor y de Xóchitl Gálvez. El embate revela que existe un periodismo mercenario tanto en México como a nivel internacional, que envuelto en la bandera de la Libertad de Prensa y apoyado en figuras galardonadas en un club de elogios mutuos, difunde por sistema mentiras que responden a intereses de factores reales de poder, opuestos al bien común de la Sociedad.
El costo de este aluvión de excremento es enorme, porque denigra al oficio periodístico, pone en riesgo nuestra paz social, vulnera la relación México EEUU, hace el juego al crimen organizado y mancha la reputación de las personas señaladas como objetivos. Los efectos de esta guerra sucia están por verse en cuanto a sus resultados, los cuales dependen en gran parte de la percepción de los ciudadanos que irán a votar el 2 de junio próximo y de su capacidad para discernir entre la verdad y el engaño (3).
(1) El Universal. El Fraseo Perverso del New York Times, artículo de Raúl Rodríguez Cortés.
(3) Para más información sobre el tema, te ofrezco mi artículo ¿Xóchitl golpista? en este mismo Blog, Archivo Adjunto.
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