La reciente y segunda demanda de Humberto Moreira Valdés, en contra del periodista y académico Sergio Aguayo Quezada por “Daños al Honor”, revela un afán de protagonismo y meticuloso cálculo político, por quién fue gobernador de Coahuila (2005-2011), en la época más corrupta y violenta de la historia de esa entidad, cuyo personaje además fue Presiente del CEN del PRI, en el desastroso regreso de dicho partido a Los Pinos.
Moreira demanda a Sergio Aguayo por afirmaciones que contiene el libro “Reconquistando” la Laguna” (2019), que relata la crónica del crimen organizado en Coahuila, entre los años 2007 a 2014; el libro sienta la teoría de que la seguridad “se recuperó” en la Comarca Lagunera gracias al “Modelo Coahuila”, adoptado en el gobierno de Rubén Moreira. La identidad del autor de la obra resulta difusa, porque si bien la investigación fue coordinada por Sergio Aguayo, en los créditos se menciona un grupo variopinto de colaboradores e instituciones como el Colegio de México y la Universidad Iberomericana, cuyo prestigio queda en entredicho.
En su prólogo de “Agradecimientos”, el libro dice que la investigación contó con el apoyo de la “Fiscalía del Gobierno de Coahuila” y de colectivos de familiares de víctimas, al tiempo que acusa que tuvo su “principal muralla de silencio en la Fiscalía General de la República”. Lo anterior implica que la investigación tampoco tuvo acceso al estudio realizado por La Universidad de Texas y el Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios de Coahuila, que con vista a Juicios Federales llevados en Tribunales de Austin, San Antonio y del Río, Texas, encontró que el grupo de los Zetas tuvo en su nómina a funcionarios del régimen de Moreira (1).
Todo indica que la investigación de Aguayo solo contó con la información que quiso darle el gobierno de Riquelme, por lo que el libro contiene una investigación a modo para el Moreirato, lo que resulta decepcionante e inconducente para llegar al conocimiento de la verdad. De una investigación de tal naturaleza e ínfulas, se espera que confirme o desmienta la apreciación que existe en la conciencia colectiva, en el sentido de que el Gobierno de Coahuila a cargo de Moreira por complicidad u omisión, haya sido responsable junto con el crimen organizado, de la violencia criminal exacerbada en aquellos días.
Esta sospecha cobra fuerza porque en Coahuila la violencia cesó al regreso del PRI a los Pinos con Peña Nieto, al ser desactivado y dispersado en forma misteriosa, el grupo criminal de los Zetas. Es un hecho que los Moreira crearon un grupo político que se apropió de las siglas del PRI y del Gobierno de Coahuila. Con el botín obtenido de la mega deuda que contrajo Humberto y disponiendo de los recursos del Estado sin rendir cuentas, el PRI de los Moreira consolidó y mantiene hasta hoy un sistema de control total del Gobierno, en el que no existe división de poderes, ni el contrapeso de organismos autónomos de verdad, ni prensa independiente.
Miguel Riquelme es hechura de los Moreira, y en virtud de que nunca ha movido un dedo para investigar la mega deuda de Coahuila, ni la presumible alianza del poder local con el crimen organizado, su gobierno se percibe como el tercero del Moreirato (2). A raíz de la captura de Humberto Moreira en Madrid, Sergio Aguayo escribió algo que no gustó a los Moreira; Humberto lo demandó en Julio de 2016 por “Daño Moral” y estando en curso este primer juicio, le tendieron una cama al periodista, invitándolo para que coordinara la investigación y libro en comento, lo que hoy da pie a una segunda demanda de Humberto en contra del propio Aguayo, por la cínica reclamación de “Daños al Honor”, lo que mantendrá en vilo al periodista y servirá de caja de resonancia para que Moreira sea percibido como víctima (3).
La perversa manipulación y la torpe ingenuidad que campean en el caso, no son extrañas para quién conozca la vida pública de Coahuila, en la que una sociedad desorganizada y adormecida por el temor y la apatía, es rehén del Moreirato y sus cómplices. El periodista en la trampa tiene buenos abogados que saben qué hacer en los tribunales, pero el comportamiento de nuestros Jueces es impredecible y por ello, Aguayo necesitará suerte (4).
(2) Para más información sobre la unión esencial del régimen de Miguel Riquelme Solís con el Moreirato, consultar en este mismo Blog Archivo Adjunto, los artículos: “Riquelme en su Paraíso”, “Riquelme y su deuda” y “Riquelme es el castigo”.
(3) Noticia que Sergio Aguayo fue demandado por Humberto Moreira otra vez
(4) Liga de acceso gratuito al libro “Reconquistando” a la Laguna:
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